Es de todos sabido que en febrero de 2023 falleció una niña de secundaria, de nombre Norma Lizbeth en el Municipio de Teotihuacán a causa de una golpiza por una compañera de clases que le hacía Bullying, es decir, que sufría acoso escolar desde hace mucho tiempo antes. Como es de verse en este caso, el acoso escolar es un problema grave que está afectando a miles de estudiantes de todas las edades en México y, si no se tiene cuidado, puede tener consecuencias devastadoras, irremediables, fatales que no solo afectan al que lo sufre, sino que, también la sociedad queda dañada por sus consecuencias.
Es muy lamentable que aún se sigan escuchando y sabiendo sobre casos de bullying que llegan a extremos como la muerte de una niña de secundaria y, además que quede evidencia videográfica de la situación, que deja ver a otros niños que no solo no intentaron intervenir, sino que grabaron sin reparos la golpiza y luego, orgullosos, la difundieron en las redes sociales. Evidentemente, en ese primer momento de la grabación no sabían de las consecuencias fatales, pero sí sabían que lo que estaba pasando podría haberse evitado si, en vez de grabar alegremente, hubieran detenido la pelea y así, tal vez, sin saberlo, habrían salvado la vida de Norma Lizbeth.
Es necesario pensar ahora más allá de lo sucedido. Veamos los distintos errores de este caso:
Uno de los mayores errores que llevó a esta tragedia resultado del Bullying y la indiferencia fue la evidente falta de acción de las autoridades escolares, que siempre cuando suceden eventos de este tipo se recuerda que las autoridades no hicieron nunca nada, antes. Aun si hay denuncias de los familiares de niños por acoso escolar, la escuela no ejecuta acciones de prevención de violencia.
Se recuerda que la violencia escolar no es un problema nuevo. Es por ello que las escuelas deban tener políticas claras, pero sobre todo efectivas para prevenir el acoso escolar y la violencia dentro y fuera de la institución por alumnos y por posibles vándalos que siempre buscan ocasionar problemas con los estudiantes que no les agradan. En todo caso de posible violencia la escuela debería actuar en automático y de forma inmediata una vez que se reporta un caso por estudiantes, padres de familia o por los mismos maestros que alcanzan a vislubrar problemas de este tipo.
Otro error es la cultura de la violencia y la normalización de la misma por parte de todos los involucrados en la escuela, esto también es consecuencia por una falta de empatía. Y esto es demostrable con el caso de Norma Lizbeth: Hubo videos, varios, de la pelea de las niñas de la Secundaria Oficial 0518 anexa a la Normal que está en Teotihuacán, donde estaban más interesados en obtener la mejor toma y no solo no intentaron intervenir, sino que orgullosos difundieron su video en redes sociales.
La acción de los estudiantes que grabaron el video invita a otros, de otras escuelas de todo México a repetir la acción de solo grabar mientras está sucediendo un evento que podría derivar en desenlaces fatales. La actuación de los estudiantes no fue la correcta y eso deriva en la normalización de la agresión, de la violencia, esto lleva a una mayor tolerancia de la sociedad, en este caso de los estudiantes a la violencia en el futuro.
En estos casos, como padres o madres de familia debemos llamar la atención a nuestros hijos para que reaccionen como debería ser: Detener la agresión, detener el interés de grabar y difundir la violencia y, en cambio, buscar que se normalice la paz y, ante agresiones contra sus compañeros o contra cualquier persona, busquen la forma de evitar que el acto se siga dando. 
Es muy difícil realizar acciones para prevenir la violencia, sin embargo, como sociedad o como colectividad, en casos puntuales de Bullying, sí se puede detener que se siga dando el acoso escolar, evidenciándolo ante sus compañeros, los maestros, los directores y los padres de familia.
Es responsabilidad de los que se enteren de violencia escolar, que difundan con sus padres, maestros y directores, con todos, para detener la violencia, no es sólo hablarlo con un maestro, es hablarlo con todos los que componen la escuela. Lo anterior porque es importante que la sociedad en su conjunto reconozca la gravedad del Bullying y, en consecuencia debe comprometerse a prevenirlo.
Es necesario que cada escuela, los padres de familia y la comunidad en torno deban trabajar en conjunto para poder crear un entorno seguro donde los estudiantes se sientan protegidos verdaderamente. Para esto es necesario que las escuelas tengan programas efectivos de prevención sobre el Acoso Escolar o Bullying y se puedan, a la par, brinar recursos adecuados para los esdudiantes, como un asesoramiento para reconocer el problema y ayudar a señalarlo, además de un apoyo emocional para aquellos estudiantes que lo lleguen a sufrir.
Un acto adicional es que padres y adultos presentes en la vida de los niños y adolescentres deban estar atentos a los signos de violencia escolar de tipo Bullying y entonces se puedan tomar medidas inmediatas si se detecta un posible caso. Los padres, adultos y maestros deben poder educar a los niños y adolescentes sobre el valor de la vida, lo que es la empatía y sobre el respeto hacia los demás. También se debe remarcar la importancia de intervenir cuando se presente un caso de violencia o de acoso escolar. La intención es que todos aprendan a ser responsables y puedan cuidarse entre ellos, para poder tener una mejor vida escolar sin casos de violencia de cualquier tipo.
Se debe agregar la acción de los medios de comunicación y de las distintas redes sociales, para que asuman su responsabilidad en la lucha contra el Bullying, se debe evitar la normalización de la violencia y la difusión de contenido violento o humillante, estas redes deben enfocar su atención en el fomento de mensajes positivos de respeto y tolerancia hacia los demás y buscar estrategias para que los bulleadores dejen de reaccionar violentamente contra sus víctimas.
Así, se puede afirmar que, actualmente se tiene una falta de empatía y se ha venido normalizando una cultura de la violencia que se aprecia en los medios de comunicación de manera persistente, además de que, incluso se tienen canciones que ensalsan la violencia y la consideran como algo aceptable para poder resolver conflictos que se tienen en la sociedad. 
Entonces, se deben generar estrategias de acción conjuntas, entre la autoridad, entiéndase políticas de gobierno municipal, estatal y federal, políticas por parte de las distintas secretarías de educación para ser aplicadas dentro del aula con la intervención de los maestros, los padres de familia y los propios estudiantes, la suma de acciones debe concentrarse en evitar que la violencia escolar se siga dando como si nada y sigan habiendo casos fatales como el que nos trae hoy a colación.
Actualmente se tiene mucho trabajo y es necesario que cada uno de los involucrados tome su responsabilidad. Recuérdese que los involucrados son
- El Estado, representado por las distintas secretarías estatales y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
- Los directivos escolares.
- Los maestros.
- Los padres de familia.
- Los estudiantes víctimas del Bullying.
- Los estudiantes acosadores.
- El resto de la población estudiantil.
Cada uno debe asumir su responsabilidad para acabar con la violencia y poder construir una sociedad donde la cultura de la violencia ya no exista. En este sentido, en Revista Diosa.mx haremos una carta dirigida a cada uno de los mencionados en la lista anterior. Si te interesa alguna de las cartas para presentarla en tu escuela, tómala y modifícala a tu gusto, intentando mantener la esencia de responsabilidad y búsqueda de soluciones para crear ambientes educativos sanos para todos.